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Margarita Martínez Trapiello: "De nada sirve poner un policía a cada mujer, porque la violencia la tiene el hombre en su cabeza"

La abogada leonesa acaba de publicar su primer libro, 'Soy mujer, no objeto', un ensayo sobre el feminismo

Susana Martín
Viernes, 29, Noviembre, 2024
PolíticaActualidadCultura

Ejerció como abogada más de cuatro décadas y contribuyó a la creación y legalización de la asociación feminista leonesa Flora Tristán. Con 'Soy mujer, no objeto', su primer ensayo, Margarita Martínez Trapiello (Leon, 1952) dice que busca demostrar que la mujer carece de la condición de sujeto político, "porque cuando se creían superadas ciertas luchas, la vindicación del derecho al voto, el divorcio, la sexualidad, el acceso al trabajo, el patriarcado se da cuenta del peligro e inicia un movimiento de involución".

Martínez Trapiello lamenta que, cuando la mujer reclamó su derecho a una sexualidad propia, la respuesta fue "el aumento de la prostitución o tráfico de mujeres, la pornografía y  la política sexual de la carne, con los vientres de alquiler". Y dice la abogada que, como esto no era suficiente, se borra a la mujer a través de las teorías sobre el género y se legisla acerca de la transexualidad, "negándolas su condición de mujer".

Para la autora de este ensayo sobre el feminismo prologado por Amelia Valcárcel y Cristina Fanjul (editorial Círculo Rojo), la condición del varón o su género "nunca se discute, porque sigue siendo la medida de todas las cosas". "Es un retroceso en el que la izquierda se ha metido ella solita, sin valorar las consecuencias. El feminismo es consciente de ello y hay que seguir luchando", defiende, y hace hincapié en por qué está en contra de la maternidad subrogada o la imposición de la legislación sobre transexuales, "que llevaría al borrado de las mujeres".

- 'Soy mujer, no objeto'. ¿Qué nos cuenta en este ensayo que acaba de publicar? ¿Es su primer libro?

- Sí, es mi primer libro, y espero que no sea el último. El libro trata desde diferentes prismas cómo a lo largo de la historia la mujer ha sido borrada, y pretende hacer ver los peligros que, en un momento que parecía que nos encontrábamos en la senda de la igualdad de derechos, legislaciones que se llaman progresistas la colocan de nuevo en la posición inicial. Estas legislaciones la disuelven en un montón de conceptos que poco o nada tienen que ver con la mujer. La mujer no es una minoría, no es un sentimiento y no somos diversas, la mujer es un sujeto político con los mismos derechos que los varones.

¿Por qué hay que leer este libro?

- Creo que el libro hay que leerlo porque pretende desmontar la teoría 'queer' como una teoría aceptada y 'cool', lo que algunas feministas, entre ellas Amelia Valcárcel, denominan la 'cuota gringa'. La legislación sobre los transexuales es necesaria, pero no se puede implicar, y mucho menos imponer, al movimiento feminista, porque esto llevaría al borrado de las mujeres. La mujer no es ni desigual, ni diferente ni diversa. Así la definió antaño el patriarcado, y esta definición la está asumiendo en la actualidad la teoría 'queer', que se está convirtiendo en el nuevo patriarcado.

De los libros que ha leído para documentarse, ¿cuáles considera imprescindibles, cuáles recomendaría?

- Para adentrarse en el feminismo recomendaría leer 'La Mística de la Feminidad', de Betty Friedan, 'El segundo sexo', de Simone de Beauvoir, para iniciarse, y luego todos los de Amelia Valcárcel y Celia Amorós. Tenemos en España un elenco de filósofas que no están para nada reconocidas y que han escrito sobre la teoría feminista a la altura de cualquier ensayista extranjera. Entre ellas, las que he mencionado más Mirayes, Puleo, Cobo, etc.

- ¿Qué es para usted el feminismo hoy?

- Para mí el feminismo es un movimiento político y social, uno de los mejores proyectos que nuestra cultura ha creado. Un movimiento que lucha por la verdadera igualdad de derechos y por el reconocimiento de la mujer como sujeto político.

- ¿Hemos avanzado mucho o algo en materia de igualdad?

- Claro que se ha avanzado en materia de igualdad, si comparamos nuestra época con otras en las que la mujer ni tan siquiera podía aparecer en el espacio público reservado para los hombres. Pero es una lucha constante y dura.

- ¿Las mujeres seguimos siendo tratadas diferente por ser mujeres?

- Creo que sí, vamos a ver: no se aplica el lema de "a igual trabajo igual salario", cuando hay una crisis económica a la mujer se la devuelve al hogar para dejar su puesto de trabajo al hombre, y sigue existiendo un techo de cristal para muchos trabajos cualificados...

- ¿Le ve solución a esa falta de igualdad real?

- La solución a la falta de igualdad viene de la mano de una educación igualitaria, que en la actualidad no existe. De la supresión de la hipersexualidad, la pornografía y la cosificación de la mujer.

- ¿A las mujeres de hoy les sigue siendo más difícil vivir por ser mujeres?

- No les es más difícil vivir por ser mujer que en épocas anteriores, pero siguen existiendo los problemas y peligros que vengo plasmando.

- A la violencia de género, ¿le ve usted solución?

- Prácticamente la solución a la violencia de género viene dada por una educación igualitaria, por no cosificar a la mujer, por reconocerla como sujeto político. De nada sirve poner un policía a cada mujer, porque la violencia la tiene el hombre en su cabeza. La mujer es su trofeo, es suya y no admite ser dejado por ella.

- Y la política, ¿qué papel juega en el feminismo hoy?

- En principio, la política no puede jugar un papel, ya que está en sus estructuras y comportamiento el rol del patriarcado. La política de derechas ya sabemos cuál es, no existe en el feminismo. La política de izquierdas consiste en hacer ver que vindica los derechos de las mujeres, pero en la práctica sólo toma parte de estos y olvida el resto. Si las izquierdas realmente lucharan por la igualdad de la mujer, no promulgarían las leyes trans, legislarían para no cosificar a la mujer, etc.

- ¿Qué opinión le merece el caso Errejón?

- El caso Errejón, dejando a salvo su derecho a la presunción de inocencia, entiendo que refleja lo que acabo de decir, la estructura patriarcal de los partidos políticos de izquierdas. Hasta sus propias compañeras de partido o de coalición actuaron silenciando su comportamiento no adecuado. El hecho de que reconociera los hechos sirvió para fulminarlo, pero los mecanismos internos no funcionaron.

¿Comprende el desencanto de tantas mujeres después de tanto feminismo de boquilla?

- Bueno, el feminismo de boquilla es el que les ha interesado a los partidos de izquierdas para recabar votos y esto es lo que ha hecho mucho daño. Interesa dividir a las mujeres, no hay más que ver la Ley del sí es sí, que por precipitarse abocó a la salida de los violadores, la Ley trans, que lo que pretende no lo sé, pero lo que consigue sí, el borrado de las mujeres. Y todo esto, bajo el paraguas de un feminismo muy 'cool'. A las feministas serias se les expulsó de los debates, tal y como ha dicho en público varias veces Amelia Valcárcel. Ante esto, nos preguntamos, ¿a quién beneficia la división? No al feminismo, sí al poder.

- ¿Cuáles son las grandes losas del feminismo aún hoy?

- Las grandes losas del feminismo son que se está tolerando y fomentando la pornografía, los vientres de alquiler, la hipersexualización a través de la publicidad, y luego la sociedad se indigna porque la violencia de género y las violaciones grupales aumentan. Cuando se cosifica a la mujer y se le trata como una mercancía rentable, su vida y su dignidad no valen nada, por eso se le aplica la violencia para tenerla en la esfera privada y que no salga a la vida pública.

Habla en su libro sobre la maternidad subrogada. Dice que es una aberración.

- En el libro denomino a la eufemísticamente llamada maternidad subrogada como la política sexual de la carne. Es la explotación reproductiva que entra ya dentro del extractivismo económico de los cuerpos de las mujeres y el más cruel eslabón de un hipercapitalismo aplicado al cuerpo de las mujeres, generalmente del tercer mundo. Genera miles de millones en la venta de los cuerpos de la mujer y su producto, que es la compra de un niño. La venta de órganos está prohibida, la venta de niños o su tráfico está prohibido, ¿por qué se consiente el alquiler de úteros? Porque no es por el bien del niño, es para satisfacer el capricho o el deseo de unos adultos de convertirse en padres a cualquier precio. En este comercio la mujer no participa para nada en el contrato suscrito, ni tan siquiera en su cuerpo, se las confina en granjas para que el producto final cumpla un estricto control de calidad. Ni la esclavitud llegó tan lejos.

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