La instrucción de la denuncia contra Rafa Mir como presunto autor de un delito de agresión sexual con acceso carnal continuará este miércoles con la declaración en los juzgados de Llíria de varios testigos indirectos del caso.
A principios de septiembre, una mujer denunció haber sido agredida sexualmente por el jugador murciano, que fue detenido y, tras dos días en dependencias de la Guardia Civil, fue puesto en libertad tras declarar ante la jueza que las relaciones habían sido consentidas y no pedir ninguna de las partes su ingreso en prisión provisional.
Mir, al que se le retiró el pasaporte, debe cumplir medidas cautelares como presentarse regularmente en el juzgado o no acercarse a menos de 500 metros de la denunciante y de la mujer que le acompañaba aquel día, así como no contactar con ellas por ningún medio.
Rafa Mir y el también futbolista Pablo Jara conocieron a dos mujeres en una discoteca de València y se trasladaron con ellas al domicilio del actual jugador del Valencia, que llegó este verano al club cedido por el Sevilla.
La amiga de la denunciante de Mir, denunció a su vez a Jara, que también está en libertad provisional, por agresión sexual sin acceso carnal y lesiones.
En principio, están previstas al menos la declaración de un vecino de Mir que avisó aquella mañana a las autoridades, la de los policías locales de Bétera, localidad en la que reside el futbolista, así como el padre de la denunciante.
El jugador disputó su último partido con el Valencia el pasado 31 de agosto, justo antes de acudir a la discoteca donde conoció a la denunciante. Tras su detención y puesta en libertad provisional, el técnico Rubén Baraja decidió no convocarle en los siguientes encuentros como castigo por haber incumplido el régimen de horarios y después el jugador ha encadenado varios problemas musculares que le han mantenido fuera del grupo.
