Verónica Fernández Ramos
Miércoles, 07, Agosto, 2024
Deportes
Cerca de 200 personas se congregaron en el Fórum Evolución para animar al atleta burgalés Dani Arce en la disputa de la final de los 3.000 metros obstáculos de los Juegos Olímpicos de París. "Firmamos un diploma", señalaba uno de sus amigos antes del comienzo, y es que el burgalés de 32 años era el único europeo en una final que terminó ganando el atleta marroquí El Bakkali.
El orgullo y la esperanza inundaban el ambiente, especialmente por parte del Frente Kaiman, el grupo de apoyo incondicional a Dani Arce en cada carrera, así como de sus compañeros de entrenamiento, entre ellos la atleta burgalesa Cristina Ruiz. A medida que se acercaba el momento de la presentación, el nerviosismo y las ganas de ver al de Cardeñadijo crecían, y la sala estalló en aplausos durante su presentación, animando al burgalés hasta el último momento.
A pesar de no haber conseguido el tan ansiado diploma olímpico, Dani Arce logró un meritorio décimo puesto, un resultado destacable para el atletismo español. Aunque no alcanzó el objetivo final, el apoyo y la admiración de sus paisanos reflejan el enorme aprecio y respeto hacia su esfuerzo y dedicación.